El Tesoro Escondido es una saga de aventuras que mantienen dos referentes de dos sistemas de creencias completamente diferentes. Por un lado, el fraile Guevara representa al mundo de Occidente y católico. En contraposición el personaje del derviche Murad representa a Oriente y al mundo musulmán. El Tesoro Escondido es la primera de una serie de aventuras vividas por estos personajes. Todo comienza en Málaga, España, en el año 1710. Es entonces que comienzan las andanzas que los transportan hasta América.
Se cuenta la historia de múltiples personajes, que atraídos por el deseo de poseer un tesoro, son conducidos a conquistar bienes materiales y a programar sus vidas en función de este objetivo. Por fortuna, este atractivo grupo de personas se encuentra en compañía de dos grandes amigos, el derviche Murad Shami y don Bernardo Segovia. Luego, azarosamente entra en escena el fraile Bartolomé Guevara, quien se termina convirtiendo en un fiel compañero del derviche y de don Bernardo.
Al principio de la historia, un mensaje encriptado es hallado, junto a un mapa que revela la existencia de un gran tesoro escondido. El derviche Murad, don Bernardo y el sonriente fraile, comienzan a organizar una expedición hacia el Nuevo Mundo, como lo llamaban por ese entonces. Según Shopenhauer ¨Ningún acto es involuntario”, y mucha razón de esto demostraron los marineros de la Santísima Trinidad durante la expedición. En el barco contaban asimismo con la presencia de dos hermosas cocineras, Guadalupe Salguero y Victoria Vicvapuru, quienes con sus exquisitos menuces se encargaban de alimentar a toda la tripulación.
Como es sabido, la obra es un pequeño y modesto homenaje a la literatura de J.R.R. Tolkien, con sus deslumbrantes historias, repletas de intriga.
Entre los miembros que componen a esta divertida tripulación encontramos a Diego De Mora, Natalio Pescia, el capitán Stotebecker, Rafael Segovia y Mario Boye, entre otros. Todos, durante la travesía por alta mar, se van topando con distintos episodios de variada índole; desde tempestades inmensas hasta encuentros con buques ingleses piratas. Sin embargo, lo singular de la travesía por alta mar son las conversaciones que se van prestando entre algunos tripulantes de la “Santísima Trinidad”.
En una conversación sostenida entre el derviche Murad y el fraile Guevara, este recuperaría unas palabras de Galileo Galilei, para su amigo musulmán:
¨La filosofía está escrita en ese grandioso libro que está continuamente abierto ante nuestros ojos (lo llaman universo). Pero no se puede descifrar si antes no se comprende el lenguaje y se conocen los caracteres en que está escrito y que carácter es el que representamos cada uno de nosotros dentro de ese sistema. Está escrito en lenguaje matemático, siendo sus caracteres triángulos, círculos y figuras geométricas. Sin estos medios es humanamente imposible comprender una palabra, sin ellos, deambulamos vanamente por un oscuro laberinto”.
Una vez en la isla, los hombres encontraron el tesoro y con esto, una nueva ráfaga de aventuras comenzó. A la vuelta de esta gran aventura, los esperaría un pomposo comerciante, Cirilo Villaverde. A lo largo de la historia, cada personaje iría encontrando su destino y los caracteres con que está escrito el destino de cada uno…
Indudablemente, el fraile Guevara encontró con regocijo el carácter que lo representa en este universo. Al hacerse poseedor de ese magnífico tesoro, se dio cuenta de que su felicidad no dependía de algún bien material, sino de aquella secuencia de momentos vividos a lo largo del viaje.
El fraile Guevara y el derviche Murad, junto a un grupo espléndido de marineros, revelan que tienen mucho que enseñar.
En esta primera saga de las aventuras de Murad Shami y el fraile Bartolomé Guevara, titulada El Tesoro Escondido, encontramos los siguientes capítulos:
1- El Elfo Verde.
2- Los Preparativos Iniciales.
3- El cofre con Patas.
4- Partida de la Santísima Trinidad.
5- Una trágica tormenta.
6- El peligroso encuentro con el galeón pirata.
7- El avistamiento de la isla.
8- Hallazgo de las rocas redondas.
9- Los dos cofres.
10- De regreso a casa.
11- Adiós a la Santísima Trinidad.
12-Por un conspicuo mundo.
Ya por el capitulo 12, “Por un conspicuo mundo”, los personajes nos muestran cómo pequeños actos, que realizamos día a día, pueden cambiar nuestro porvenir, por un mundo digno y justo, sin la explotación del hombre por el hombre.
Espero que disfruten de estas divertidas aventuras.
Saludos Cordiales
Pablo Piero Rossi (Escritor)
El Tesoro Escondido es una saga de aventuras que mantienen dos referentes de dos sistemas de creencias completamente diferentes. Por un lado, el fraile Guevara representa al mundo de Occidente y católico. En contraposición el personaje del derviche Murad representa a Oriente y al mundo musulmán. El Tesoro Escondido es la primera de una serie de aventuras vividas por estos personajes. Todo comienza en Málaga, España, en el año 1710. Es entonces que comienzan las andanzas que los transportan hasta América.
Se cuenta la historia de múltiples personajes, que atraídos por el deseo de poseer un tesoro, son conducidos a conquistar bienes materiales y a programar sus vidas en función de este objetivo. Por fortuna, este atractivo grupo de personas se encuentra en compañía de dos grandes amigos, el derviche Murad Shami y don Bernardo Segovia. Luego, azarosamente entra en escena el fraile Bartolomé Guevara, quien se termina convirtiendo en un fiel compañero del derviche y de don Bernardo.
Al principio de la historia, un mensaje encriptado es hallado, junto a un mapa que revela la existencia de un gran tesoro escondido. El derviche Murad, don Bernardo y el sonriente fraile, comienzan a organizar una expedición hacia el Nuevo Mundo, como lo llamaban por ese entonces. Según Shopenhauer ¨Ningún acto es involuntario”, y mucha razón de esto demostraron los marineros de la Santísima Trinidad durante la expedición. En el barco contaban asimismo con la presencia de dos hermosas cocineras, Guadalupe Salguero y Victoria Vicvapuru, quienes con sus exquisitos menuces se encargaban de alimentar a toda la tripulación.
Como es sabido, la obra es un pequeño y modesto homenaje a la literatura de J.R.R. Tolkien, con sus deslumbrantes historias, repletas de intriga.
Entre los miembros que componen a esta divertida tripulación encontramos a Diego De Mora, Natalio Pescia, el capitán Stotebecker, Rafael Segovia y Mario Boye, entre otros. Todos, durante la travesía por alta mar, se van topando con distintos episodios de variada índole; desde tempestades inmensas hasta encuentros con buques ingleses piratas. Sin embargo, lo singular de la travesía por alta mar son las conversaciones que se van prestando entre algunos tripulantes de la “Santísima Trinidad”.
En una conversación sostenida entre el derviche Murad y el fraile Guevara, este recuperaría unas palabras de Galileo Galilei, para su amigo musulmán:
¨La filosofía está escrita en ese grandioso libro que está continuamente abierto ante nuestros ojos (lo llaman universo). Pero no se puede descifrar si antes no se comprende el lenguaje y se conocen los caracteres en que está escrito y que carácter es el que representamos cada uno de nosotros dentro de ese sistema. Está escrito en lenguaje matemático, siendo sus caracteres triángulos, círculos y figuras geométricas. Sin estos medios es humanamente imposible comprender una palabra, sin ellos, deambulamos vanamente por un oscuro laberinto”.
Una vez en la isla, los hombres encontraron el tesoro y con esto, una nueva ráfaga de aventuras comenzó. A la vuelta de esta gran aventura, los esperaría un pomposo comerciante, Cirilo Villaverde. A lo largo de la historia, cada personaje iría encontrando su destino y los caracteres con que está escrito el destino de cada uno…
Indudablemente, el fraile Guevara encontró con regocijo el carácter que lo representa en este universo. Al hacerse poseedor de ese magnífico tesoro, se dio cuenta de que su felicidad no dependía de algún bien material, sino de aquella secuencia de momentos vividos a lo largo del viaje.
El fraile Guevara y el derviche Murad, junto a un grupo espléndido de marineros, revelan que tienen mucho que enseñar.
En esta primera saga de las aventuras de Murad Shami y el fraile Bartolomé Guevara, titulada El Tesoro Escondido, encontramos los siguientes capítulos:
1- El Elfo Verde.
2- Los Preparativos Iniciales.
3- El cofre con Patas.
4- Partida de la Santísima Trinidad.
5- Una trágica tormenta.
6- El peligroso encuentro con el galeón pirata.
7- El avistamiento de la isla.
8- Hallazgo de las rocas redondas.
9- Los dos cofres.
10- De regreso a casa.
11- Adiós a la Santísima Trinidad.
12-Por un conspicuo mundo.
Ya por el capitulo 12, “Por un conspicuo mundo”, los personajes nos muestran cómo pequeños actos, que realizamos día a día, pueden cambiar nuestro porvenir, por un mundo digno y justo, sin la explotación del hombre por el hombre.
Espero que disfruten de estas divertidas aventuras.
saludos cordiales
Pablo Piero Rossi (escritor)
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