miércoles, 21 de diciembre de 2016

CONGO


Kabila se niega a dejar la presidencia y crecen las protestas en la República Democrática del Congo

                               
Al menos 20 personas han muerto el martes, en la República Democrática del Congo, luego la represión por parte de las fuerzas de seguridad contra las manifestaciones en oposición al presidente Kabila.

Las manifestaciones se intensificaron exigiendo que el presidente congoleño se aparte del cargo luego de que finalizó, este lunes, su segundo y último mandato. Kabila se mantiene en el gobierno a falta de un sucesor producto de la suspensión de las elecciones de este año. El Tribunal Constitucional aceptó retrasar las elecciones hasta 2018 tal y como pedía la Comisión Electoral, que alega motivos técnicos para el aplazamiento.

La tensa situación se transformó en una violenta represión contra las manifestaciones en Kinshasha, la capital del país, y otras importantes ciudades. El Gobierno reprime desde hace meses a activistas, líderes opositores, manifestantes y otros que se oponen a los planes de Kabila de mantenerse en el poder.

La Policía y el Ejército ocupan desde el lunes Kinshasa y otras ciudades del país, para evitar concentraciones, ya que el gobierno dio la orden expresa de reprimir cualquier aglomeración de más de diez personas.

El principal líder de la oposición, Etienne Tshisekedi, llamó a los congoleños a resistir pacíficamente el "golpe de Estado" del presidente Joseph Kabila, que permanece en el poder tras expirar su mandato constitucional. Tshisekedi agregó que, tras vencer el plazo, la presidencia de Kabila perdió toda la legitimidad.

Primer ministro anuncia nuevo gobierno en un intento de frenar la crisis
El primer ministro congolés, Samy Badibanga, anunció la formación de un nuevo Gobierno, que incluye a 67 ministros y viceministros, incluyendo a representantes de la oposición para gestionar la transición para llevar al país hacia el proceso electoral en 2018.

Este nuevo Ejecutivo es producto de las negociaciones entre Gobierno y oposición, lideradas por la Unión Africana, para encontrar una solución pactada a la crisis. Al mismo tiempo da una cobertura legal a la continuidad del presidente Kabila, aunque su mandato finalizó el lunes.

La oposición se ha dividido ante el anuncio del aplazo para el proceso electoral hasta 2018. Un sector ha aceptado ser parte de la transición mientras otros sectores han denunciado que la conformación de este nuevo gobierno es la cobertura para un "golpe de Estado" por parte del presidente.

Represión y crisis económica aumentan el descontento contra Kabila

Mientras el actual presidente busca mantener su mandato, ya vencido, la situación se vuelve cada vez más crítica. El descontento generalizado con el gobierno de Kabila ha crecido producto de la alta inflación, la devaluación de la moneda local y la falta de inversión que están causando profundas dificultades económicas en todo el país, donde dos tercios de la población estimada de 70 millones viven con menos de 2 dólares por días, según informa el diario inglés The Guardian.

Sumado a esta difícil situación económica para millones, el gobierno de Kabila ha reprimido manifestaciones opositoras y encarcelado a líderes contrarios a su gobierno durante meses.

Desde la ONU y varios gobiernos europeos ven con preocupación la actual situación en el país y advierten que una escalada en la crisis podría llevar a una nueva guerra civil. Pero en el país ya se vive en el interior una la lucha armada al oeste entre el Movimiento 23 de marzo o M23 (en lucha desde 2012) y el gobierno. El conflicto se concentra en la zona donde se extrae uno de los minerales fundamentales para los teléfonos móvil y otros dispositivos electrónicos.

Un nuevo libro del escritor "Ulises Barreiro" titulado "La magia de Molinari"